Ventajas de la galvanización
Elevada resistencia, gran durabilidad, fácil de manejar, escaso o nulo mantenimiento, fiable… Estas son, entre otras, algunas de las propiedades (y ventajas) que ofrece el acero galvanizado, presente en muchos de los espacios en los que nos desenvolvemos cada día.
En ocasiones está oculto a nuestros ojos, como en muros, elementos de construcción, cables o tuberías soterradas; y en otras podemos verlo a simple vista, como es el caso de alambres, material de fijación, barandillas, señalización, mobiliario, etc.
Un metal recubierto por otro
El galvanizado o la galvanización es un proceso electroquímico descubierto por Luigi Galvani en el siglo XIX al comprobar que un metal podía recubrirse con otro, siempre y cuando sea el metal de carga mayor el que se deposite sobre el de carga menor.
Por lo general, el galvanizado se utiliza para recubrir hierro y acero por una capa de zinc para otorgarles una nueva propiedad como es el poder combatir la oxidación y la corrosión favoreciendo una alta protección frente la humedad.
La galvanización del hierro o el acero se puede realizar de varias maneras: en caliente, en frío o mediante un galvanizado electrolítico. El galvanizado en caliente es el que se lleva a cabo introduciendo el material a galvanizar en un depósito de zinc fundido a una temperatura superior a los 400 grados.
La galvanización del hierro o el acero se puede realizar de varias maneras: en caliente, en frío o mediante un galvanizado electrolítico. Clic para tuitear
El galvanizado en frío se realiza aplicando el zinc mediante pistola, brocha o rodillo. En este caso se requiere que la pintura seca contenga un mínimo de 92% de zinc para que la resistencia a la corrosión sea equivalente a la de la galvanización en caliente.
Por su parte, si hablamos de galvanizado por laminación, nos referimos a la galvanización en caliente de láminas de acero. Y, por último, el galvanizado electrolítico es el que se utiliza para la incrementar la protección de las piezas más pequeñas con un acabado más uniforme. Se realiza mediante un proceso usando una corriente continua controlada para depositar la capa de zinc sobre el metal.
Ventajas del acero galvanizado
El hierro galvanizado presenta como principal propiedad una gran resistencia, tanto a impactos como a la abrasión. Es por lo que se considera un producto muy recomendable en el ámbito de la fontanería y la conducción de fluidos (tubos de conducción).
Entre las ventajas que ofrece la galvanización están las siguientes:
– Resistencia. La galvanización ofrece mayor espesor y resistencia que otros tratamientos. Por ello, el tubo de hierro galvanizado posee una gran resistencia mecánica.
– Durabilidad. El proceso de corrosión del zinc es mucho más lento que el del acero, por eso los materiales galvanizados pueden utilizarse durante largo tiempo manteniendo una gran apariencia. Segú la Asociación Técnica Española de Galvanización, en función del espesor del recubrimiento y de la cantidad de elementos corrosivos en la atmósfera la horquilla de durabilidad va desde los 25 años en entornos muy corrosivos, los 50/100 de los entornos industriales y zonas de costa y los 100/150 años de los entornos rurales.
– Sin mantenimiento. Interesante coste-beneficio. Aumento de la rentabilidad. El galvanizado garantiza una protección integral tanto interna como externa.
– Manejabilidad. Las superficies galvanizadas son más fáciles de pintar que las que no están galvanizadas. Si queremos aumentar aún más la durabilidad del acero galvanizado, podemos utilizar la galvanización y la pintura. Además de que el acero galvanizado puede ser soldado, atornillado, pintado y combinado con todo tipo de piezas.
– Compatibilidad. Un metal galvanizado se puede incluir en estructuras de acero inoxidable, aluminio y hormigón y se puede pintar.
– Fiabilidad. El acero galvanizado cumple con las normativas nacionales e internacionales.
Entre todos los productos de hierro y metal que comercializamos en Ochoa-Lácar Hnos. disponemos -con un elevado nivel de stock para cumplir con los pedidos y necesidades de los clientes- de una amplia gama de referencias, en diferentes medidas, espesores, calidades y acabados, de tubos estructurales soldados, laminados en frío, caliente, decapados y galvanizados, en diferentes secciones: redondos, cuadrados y rectangulares, ovales y curvas, fabricados bajo las normas de referencia UNE-19-011-86; UNE-36-595-97 y UNE-EN-10219-97.
Además, dentro de esa amplia referencia, en nuestras instalaciones contamos con tubos de conducción, soldados o sin soldadura, con rosca o lisos, en negro y galvanizado, fabricados bajo las normas de referencia UNE-19040 y DIN-2440, en diferentes medidas, desde 3/8 a 6 pulgadas (de 0,96 a 15,24 cm).
En Ochoa-Lácar Hnos. te ofrecemos todos los servicios y soluciones que necesitas en un solo proveedor, con el consiguiente ahorro de tiempo, procesos y costes.
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