Notre Dame ¿la primera gran dama de hierro?

Notre Dame dama hierro

Notre Dame ¿la primera gran dama de hierro?

Siempre nos quedará París… Bueno, París y algún otro sitio que a más de uno también se le ocurriría añadir ahora mismo a la lista, ¿no? La capital francesa alberga una buena “lista” de construcciones modernistas edificadas fundamentalmente con hierro y cristal. Por ello suelen ir acompañadas con el calificativo de “arquitectura del hierro”.

Algunas de ellas han sido transformadas en museos. Como en el caso del Museo de Orsay -antiguo palacio y luego estación de ferrocarril-, que alberga la colección de arte impresionista más importante del mundo. ¿Sabías que para su construcción se utilizaron más de 12.000 toneladas de estructuras metálicas? En la Torre Eiffel se emplearon 7.300.

Hoy (como lectura de final de verano) nos vamos a plantear otra cuestión: ¿qué tienen en común la arquitectura gótica y la arquitectura del hierro? Una respuesta podría ser que ambas buscan crear grandes espacios con cerramientos ligeros para conseguir que la luz sea uno de sus elementos protagonistas.

Pero ¿y los materiales? ¿Pudo ser el hierro uno de los materiales que ayudaron a conseguir que algunos de los edificios más representativos del gótico como, por ejemplo, la catedral de Notre Dame, consiguieran alturas de récord para su época?

El templo más alto

A mediados del siglo XII se inició la construcción de la catedral de Notre Dame de París. Y su edificación finalizó hacia finales del siglo XIII. Las novedades arquitectónicas que se introdujeron durante su ejecución -como la planta de cinco naves o las bóvedas de crucería- permitieron que se convirtiera en el templo más alto de su época, con 32 metros de altura. Pero ¿ese récord se consiguió gracias a esas novedades visibles a ojos de todos o hubo otras “ocultas” que lo hicieron posible?

Los trabajos de reconstrucción que se han llevado a cabo tras el devastador incendio 2019 que destruyó buena parte del templo en 2019 han sacado a la luz la utilización de hierro en su construcción: miles de grapas de hierro fueron usadas para unir las piedras del edificio y conseguir alcanzar una altura que no había conseguido ninguna otra edificación hasta ese momento.

Pero ¿el hierro se utilizó desde el principio de la construcción de la catedral de Notre Dame o fue un elemento que se introdujo en alguno de los múltiples trabajos de restauración que se llevaron a cabo en siglos posteriores?

Un trabajo de investigación titulado Notre-Dame de Paris: ¿La primera dama de hierro? Estudio arqueometalúrgico y datación de los refuerzos de hierro de la catedral parisina, realizado por un grupo de investigadores franceses liderados por Maxime L’Héritier, especialista en arqueometalurgia de la Universidad de París, y publicado en la revista PLOS ONE, ha venido a confirmar que el hierro se utilizó como un material más desde el inicio de la construcción de la catedral parisina, y que tenía como objetivo “poder unir con mayor facilidad las piedras de toda la estructura, adaptando el metal para crear una arquitectura novedosa”.

Un trabajo de investigación ha venido a confirmar que el hierro se utilizó como un material más desde el inicio de la construcción de la catedral parisina. Clic para tuitear

12 grapas de hierro y radiocarbono

¿Cómo llegaron a esta conclusión L’Heritier y su equipo de investigadores? En el estudio indican que “la restauración del monumento después del incendio de 2019 ofreció posibilidades únicas para investigar sus armaduras de hierro y tomar muestras de 12 grapas de hierro de diferentes ubicaciones (tribunas, naves laterales y paredes superiores)”.

Seis de ellas fueron fechados gracias al desarrollo de una metodología innovadora basada en la datación por radiocarbono, concluyendo que los constructores las implementaron en las primeras fases de la construcción, muy probablemente a principios de la década de 1160.

Hasta el momento -señalan en el estudio-, esta serie de grapas es el ejemplo más antiguo conocido de armaduras de hierro utilizadas en el diseño inicial de un monumento gótico. Fueron diseñados probablemente 15 o 20 años antes que los tirantes instalados en el crucero sur de la catedral de Soissons y unos 40 años antes que los refuerzos de hierro de la catedral de Chartres o Bourges, que hasta ahora se consideraban como los primeros ejemplos de un uso sistemático de hierro en dichas mamposterías”.

Todo ello llevó a la conclusión de que “Notre Dame es la primera catedral gótica conocida donde el hierro se usó masivamente como material de construcción adecuado para unir piedras en toda su construcción, lo que llevó a una mejor comprensión del pensamiento de los maestros albañiles”. Cuando hasta ahora se pensaba que las primeras catedrales donde se había usado el hierro como apoyo en su construcción habían sido las de Chartres, Bourges o Reims, de principios del siglo XIII.

Además, los investigadores franceses realizaron un estudio metalográfico y análisis químicos de inclusión de escoria de las grapas. Y de sus resultados destacan que lo más llamativo de las grapas de Notre Dame es la “cantidad de líneas de soldadura que se pueden observar en sus microestructuras, lo que indica que se soldaron varias piezas de hierro, a veces de diferentes procedencias, para formar cada grapa”.

El resalto de numerosas soldaduras en todas las grapas de hierro y las múltiples procedencias arroja luz sobre la actividad del mercado del hierro en esta gran ciudad medieval europea y la naturaleza de las mercancías que circulaban, y cuestiona la posible importancia del reciclaje. Una actividad, por otra parte, muy común en la Edad Media.

En sus conclusiones, los investigadores franceses destacan que “la utilización de los refuerzos de hierro en la construcción de Notre Dame de París permite vislumbrar la innovación que tuvo lugar en esta obra, así como la permanencia de las técnicas constructivas a lo largo de las campañas de construcción, adaptando el metal para crear una arquitectura novedosa. Notre Dame es ahora, sin duda, la primera catedral gótica conocida donde el hierro se usó masivamente para unir piedras como material de construcción adecuado”.

Hay que añadir también que el estudio realizado profundiza sobre la actividad del mercado del hierro en una ciudad medieval europea de la importancia de París y sobre la naturaleza de las mercancías que circulaban.

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2024-03-13T17:35:30+01:0029 agosto, 2023|Construcción, Hierro|Sin comentarios
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